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ESTE BLOG PRETENDE MOSTRAR LAS BELLEZAS NATURALES Y ETNOGRÁFICAS DE LA ZONA NOROCCIDENTAL DE MARRUECOS. PERTENECE A UN GRUPO DE AMIGOS QUE DESDE 2003 PRACTICA EL SENDERISMO TODOS LOS DOMINGOS POR LOS ALREDEDORES DE TETUÁN. CONTACTO: gorgueste@gmail.com

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MONOGRÁFICOS.

viernes, 27 de diciembre de 2013

TÁNGER-CABO ESPARTEL (LA SENDA ROMANA O SENDA DE LOS PORTUGUESES)



Al oeste de la ciudad de Tánger, paralelo a la costa que bordea el Estrecho de Gibraltar,  se encuentra un pequeño macizo cuya altura máxima es de 326 m y que tradicionalmente se conoce con el nombre de El Monte o La Montaña.
Se inicia en la playa de los Judíos y acaba sumergiéndose en el Atlántico en el cabo Espartel, marcando el fin del norte de África. Entre la ciudad y el cabo Espartel hay unos 18 km de distancia que se pueden hacer por una carretera que sube a la Montaña, pasa delante del palacio Real, llega a Rmilat y continua hasta las Grutas de Hércules.

Pero existe también un tranquilo sendero que transcurre paralelo a la costa conocido con el nombre de “senda romana” o “senda de los portugueses” que parte desde Sidi Mesmoudi.

Mapa topográfico con el sendero marcado en rojo.

LA CALZADA ROMANA

Al inicio, el camino está empedrado y tal vez por ello reciba el nombre de calzada romana. 

Los que defienden que es una calzada romana, alegan que se construyó para comunicar Cotta (situada cerca de las Grutas de Hércules) con Tingis (Tánger). Pero no parece que se adapte a los normas de construcción de calzadas romanas, las cuales tenían al menos 4 metros de ancho, firme abombado para que el agua vertiese hacia los lados y dos o tres capas de cantos rodados y grava, bien diferenciadas, debajo del pavimento de losas.
La calzada se ha roto en la curva y deja un gran escalón en el que no se aprecia ninguna capa bajo las losas.

La comunicación entre Cotta y Tánger es más fácil y más corta por el interior que por la costa, por lo que es probable que este camino empedrado se realizase en tiempos recientes para facilitar el acceso a las casas de recreo que se construyeron en la vertiente norte de la Montaña a principios del siglo XX y a las huertas de Agla; además en la Montaña existen aún otras calles también empedradas. 

Calle empedrada de la Montaña que conduce a la villa de Mme. Claude, la traductora al francés de Bowles.

Entrada a la villa de Mme. Claude.

Calle empedrada de la Montaña que lleva a las casas Buckingham, antiguo hotel el Farhar que estuvo regentado por Winthrop y Ellen Buckingham.

GEOLOGÍA 

Mapa geológico de la costa del Estrecho de Gibraltar entre Ceuta y el Cabo Espartel.

Acantilado formado por areniscas numidienses estratificadas.

Los materiales que forman el acantilado son areniscas cuarcíticas con cemento silíceo del Numidiense y en su base aparecen arcillas versicolores con niveles ferromagnesianos.

Morfología de la costa hacia el cabo Espartel con los bancos de arenisca numidiense en primer plano formando acusados resaltes, mientras que los materiales arcillosos dan pendientes más suaves hacia el mar.

Bola de arenisca  en primer plano y acantilado de materiales arcillosos.

En los estratos de las areniscas es frecuente encontrar marcas de corriente fosilizadas y oquedades formadas por erosión diferencial.

El agua de lluvia que se infiltra en las rocas permeables superiores se carga de hierro y magnesio y aflora en los contactos arcillosos, formando numerosos manantiales coloreados.

Las aguas ferruginosas se consideran medicinales y muchos vienen a beberlas.

Aunque a veces forman depósitos gelatinosos de aspecto poco atractivo.


Manantial protegido de muros encalados con cubierta de ramas.

BOTÁNICA



El bosque natural es un alcornocal mezclado con quejigo moro y acebuche y un sotobosque de brezo, jaras, lentisco, madroño y lianas de clemátide, pero está muy degradado y ha habido una introducción masiva de eucaliptos, acacias y pinos piñoneros, y también de numerosas especies ornamentales.

  Ejemplares de Quercus canariensis o quejigo moro.

Frutos y ramas de lentisco mezcladas con zarzaparrilla.

Acebuches y lianas.

La trepadora Climatis cirrhosa entre el lentisco.

Repoblación con pino piñonero Pinus pinea y eucalipto.

Repoblación con acacias de flores blancas o en bolas amarillas.

Eucalipto descortezándose.

Eucaliptos descortezados.

Dracaena draco, drago de la entrada de la villa de Perdicaris.

Corymbia ficifolia, procedente de Australia donde solo crece de forma natural en un área muy restringida de la costa sur occidental, se la conoce también con el nombre de gomero o eucalipto de flores rojas.

Melianthus major o flor de miel. Planta procedente de Sudáfrica que se ha aclimatado muy bien.

Beaumontia grandiflora, trompeta blanca. Planta trepadora  procedente del Este del Himalaya.

ALGUNOS LUGARES DE INTERÉS DEL ITINERARIO

En Memorias de un viejo Tangerino de Isaac Laredo (1935) se dice de la Montaña: “La vertiente norte está algo poblada por europeos de buena posición. Hay bastante arboleda, buenos huertos y jardines, manantiales de agua de hierro y de magnesia y lindas casas de recreo”.

En la subida a Sidi Mesmoudi se encuentra esta vieja puerta que da acceso a una antigua  propiedad del Glaoui, en la misma subida, pero al otro lado, tenía  otra propiedad en la que ahora hay un precioso hotel: "Villa Josephine".

Muro de un jardín y entrada a otra mansión.

Panorámica sobre Tánger desde la Montaña.

Otra panorámica.

Cementerio de Sidi Mesmoudi.

La calle de Sidi Mesmoudi  pasa por detrás de los muros del palacio real y de otras mansiones y está muy vigilada, pero pronto se llega a la calzada empedrada y ya no hay construcciones, solo el mar a un lado y el bosque al otro.

Mirando hacia Tánger se ve la Punta de los Judíos. La tradición dice que recibe este nombre porque un grupo de judíos que huían de España, desembarcaron en la playa que hay al otro lado.

Mirando hacia la montaña, encontramos las areniscas y el bosque. El camino empedrado se acaba pronto y es sustituido por una senda más estrecha de tierra.

Con frecuencia la vegetación crece a ambos lados y oculta la costa.

A veces la vegetación se cierra y forma galerías.

Pero también hay tramos despejados que dejan ver el mar.

Pescadores  sobre una roca.

Otro pescador.

Las olas rompiendo en los escollos rocosos.

ÁREA PROTEGIDA DE PERDICARIS


Ion Perdicaris, fue un magnate grecoamericano residente en Tánger que construyó una mansión en la montaña en el centro del bosque que adquirió al Glaoui, allí vivía con su esposa e hijos. El 17 de mayo de 1904 fue secuestrado en esta mansión, junto a su hijastro Cromwell Warley por el Raisuni.
La película "El viento y el león" protagonizada por Sean Connery, relata el secuestro de Perdicaris en una versión edulcorada y poco fiel a la historia real.
Tras la independencia de Marruecos el Estado Marroquí expropió la finca  y pasó a ser de dominio público, para uso de los habitantes de Tánger que la pueden recorrer por los numerosos senderos que la atraviesan. A pesar de ser declarada área protegida, tanto la casa como el bosque han estado durante muchos años abandonados pero en la última visita realizada en enero de 2018 nos hemos encontrado todo más cuidado y la casa ha sido restaurada.


Panel informativo del área protegida.


Escultura de madera y hierro instalada sobre el tronco de un viejo árbol muerto.

Bosque de Perdicaris con la mansión en el centro.

Vista de la casa desde la senda de la costa.

Entrada principal de la mansión.


Mansión restaurada (enero de 2018).

Entrada al salón inferior.

Entrada al salón superior.

Salón.



Escalera de subida.



Terraza del salón superior sobre el Estrecho de Gibraltar.

La senda inferior con un puente natural formado por un árbol caído es la que hay que seguir.



Saliente de Agla con casas y huertas.



Las antiguas mansiones han sido reemplazadas por  casas de campesinos.

EL PARQUE DONABO



El Pachá de Marrakech, Si Thami El Glaoui donó 150 ha de bosque a la sociedad anónima tangerina "Donabo", que las convirtió en un complejo turístico que fue abierto al público en 1949. Se urbanizaron algunas zonas, se construyeron varias villas lujosas y se abrió un centro deportivo con dos piscinas y un bar donde se podían practicar deportes náuticos y equitación.
Tras la independencia de Marruecos, Tánger mantuvo sus privilegios de ciudad internacional hasta 1960, pero una vez  abolidos, entró en una profunda crisis económica que afectó a todos los sectores y provocó una salida masiva de los residentes extranjeros. El parque Donabo cerró en 1962.

Parque Donabo en ruinas.



En primer plano el bar; detrás  la piscina y los vestuarios. 



Nuevos habitantes han ocupado las casas y tierras abandonadas y cultivan pequeños terrenos.



Algunos se dedican al cultivo de flores que venden en la ciudad o en la carretera situada más arriba.

También tienen rebaños de ovejas.

Cortafuegos en el sotobosque de jara y lentisco un poco antes de llegar a Cabo Espartel.

El último tramo del recorrido es una pista.

Iniciada la pista, muy pronto se divisa el faro del Cabo Espartel.

FARO DEL CABO ESPARTEL



En el libro “Tánger… Regard sur le passé… Ce qu’il fut”  de I. J. Assayag (2.000) se describe la historia del faro de Cabo Espartel que se resume a continuación:
La decisión de construir el faro de cabo Espartel se tomó en 1861 a instancias del Cuerpo Consular de Tánger para evitar que ocurrieran más catástrofes como la sucedida el año anterior en el que naufragó el buque escuela de la Marina de Brasil al chocar contra las rocas de la costa de Tánger y que ocasionó la muerte de 250 marineros.
Las obras empezaron en junio de ese año bajo la dirección del ingeniero M. Jacquet del Servicio de Faros de Paris y acabaron en 1863.
La torre cuadrada, de 25 m de altura, se realizó en piedra y está decorada con ladrillos rojos. En el centro de la terraza que la corona se sitúa la lámpara del faro.
I. J. Assayag dice: “Durante los tres años que duró esta impresionante  obra, y a medida que los trabajos avanzaban, las gentes de la ciudad, atraídos por una irresistible curiosidad y a pesar de la gran distancia que los separaba del lugar, no dudaban en venir hasta aquí, a través de un largo y sinuoso camino, montados en mulas y burros, para contemplar la construcción de este faro de Cabo Espartel”.
El aparato óptico llegó de Francia con algunos meses de retraso y se acabó de instalar en mayo de 1864, pero no se puso en funcionamiento hasta el crepúsculo del 15 de octubre de ese año.
El sistema de iluminación empezó funcionado con petróleo y posteriormente se fue perfeccionando. En 1931 se reemplazó por otro más potente que emitía cuatro ráfagas blancas cada 20 segundos. En 1933 se le incorporó un mecanismo sonoro de gran potencia que funcionaba los días en los que había niebla. En 1937 se instaló un radiofaro que funcionaba manualmente en morse. En 1952 se electrificó y se le instaló una lámpara de 6.000 W de filamento grueso. Las últimas modificaciones se hicieron en 1990 cuando se cambió la lámpara por una de 1.000 W de filamento fino y se automatizaron la radio y la iluminación gracias a la instalación de una placa solar. 


La torre del faro de Cabo Espartel con la terraza superior y la lámpara.



Edificio completo del faro de Cabo Espartel.



Restaurante con terraza de Cabo Espartel.


La playa cercana al cabo Espartel con una almadraba a la izquierda y los barcos que se ocupan de su mantenimiento a la derecha.



Las areniscas anaranjadas del numidiense del borde de la carretera sirven de panel para este magnífico graffiti de amor eterno "La Mour â La Mort" y confirman que el cabo Espartel sigue siendo, aún, uno de los lugares más románticos y fascinantes del mundo.












3 comentarios:

  1. Luisa ¡tienes que llevarme a esa mansión Perdicaris!, la vi en varias ocasiones desde lejos, su visita tiene que ser toda una aventura. Feliz 2014 desde Asturias para ti y el grupo. Un abrazo. Belén

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