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ESTE BLOG PRETENDE MOSTRAR LAS BELLEZAS NATURALES Y ETNOGRÁFICAS DE LA ZONA NOROCCIDENTAL DE MARRUECOS. PERTENECE A UN GRUPO DE AMIGOS QUE DESDE 2003 PRACTICA EL SENDERISMO TODOS LOS DOMINGOS POR LOS ALREDEDORES DE TETUÁN. CONTACTO: gorgueste@gmail.com

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MONOGRÁFICOS.

viernes, 12 de julio de 2013

EL OUED EL KANAR. REGIÓN DE GHOMARA


23/06/2013
Entre las dos montañas calizas del fondo se observa la garganta del rio Kanar. Cuando sale de ella y entra en los materiales paleozoicos más blandos se transforma en una espectacular rambla mediterránea.

El río Kanar baja al Mediterráneo desde la región comprendida al noreste de Talasemtane, donde se encuentra la cumbre más alta de la dorsal calcárea , la montaña l’Akrâa.
En su recorrido por las estribaciones de la dorsal calcárea, constituida esencialmente por calizas blancas y dolomías de edad triásico- liásica, va abriendo un valle cada vez más profundo que se transforma en una estrecha garganta de  paredes verticales en el último tramo de su recorrido por las calizas.
Al finalizar la garganta entra en las capas paleozoicas conocidas como Gomárides, sobre las que cabalga la dorsal calcárea. Esta unidad está formada por  materiales esquistoarenosos del Devónico, con bajo grado de metamorfismo, muy deleznables, sobre los que se sitúan de vez en cuando depósitos clásticos del  Oligo-Mioceno.  Forman  un paisaje de colinas bajas en las que se han desarrollado los cultivos.
El río de alta montaña  que sale de la garganta, se transforma entonces en una inmensa rambla, con  el lecho lleno de aluviones, entre los que el agua discurre por numerosos canales que se separan y juntan  y forman  un típico cauce anastomosado o trenzado.

Mapa geológico de la región donde se observa la dorsal calcárea, en colores azulados, cabalgando sobre las unidades paleozoicas gomárides que forman el Rif interno junto a las sébtides. Aquí se encuentra el interesante macizo de Beni Bouchera formado por peridotitas. 

Un poco antes de llegar al mar, en Bou Ahmed, el Kanar se junta con el Bouhya, que baja desde Assifane, y forman el delta del Tighissasse relleno de los aluviones cuaternarios y arenas marinas amarillas del Plioceno. En la margen izquierda está la zona balnearia de Stihat,  muy frecuentada en verano por los habitantes de las ciudades del norte, sobre todo de Chaouen.

Por la cumbre situada entre las dos ramblas discurre una carretera desde la que se divisan espectaculares paisajes y que conviene tomar para llegar hasta la garganta. También hay una pista que sube paralela al río por la margen izquierda.

En el mapa topográfico se observa cómo el Kanar cambia su nombre por el de Adelmane y nace debajo de Beni Mohamed en la zona de Talasemtane.

En primer plano, los materiales de la unidad gomáride, donde se asientan los pueblos y los cultivos, y detrás las estribaciones de la dorsal calcárea.

Por la parte alta discurre la carretera. Las laderas que dan a la rambla sufren una intensa erosión debido a la climatología y a las prácticas agrícolas inapropiadas y están llenas de barranqueras como la de la foto que desembocan en la rambla principal del Kanar. Es desde el pueblo situado arriba desde donde conviene bajar por una pista a la garganta.

En algunos puntos afloran estas rocas esquistosas que parecen filitas.
 
La entrada al lecho de la rambla la hicimos por este punto desde una pista que bajaba y lo atravesaba, para dirigirse al primer pueblo, donde había el zoco del domingo.

 El pueblo un poco más cerca.

Los lugareños van hacia el zoco y a buscar agua.

Subiendo por el lecho del Kanar.

Cultivos en lecho del río.

El fondo plano de la rambla está formado por guijarros y arena y aunque aparentemente es improductivo, la presencia de agua y el abonado químico permiten el desarrollo de cultivos estacionales de rápido crecimiento, que son recolectados antes de que se inicien las tormentas de finales de verano que pueden producir lluvias torrenciales capaces de  arrastrar todo lo que encuentran a su paso. Tras el invierno, las parcelas desaparecen y en primavera hay que delimitar de nuevo los terrenos; tarea que no debe ser nada fácil y que sin duda generará conflictos.

El cauce del río está modificado por canales que desvían el agua hacia los cultivos o la remansan para hacer pequeñas represas desde las que se bombea el agua a la parte alta de las colinas circundantes con potentes motores, abastecidos por gasoil, bombonas de gas o por electricidad.

Las parcelas y los motores están vigilados de manera permanente; para resguardecerse, se construyen  rudimentarias cabañas o chozos de plástico,  a ras de suelo, o bien, a manera de palafitos, con cuatro postes y suelo elevado de caña, sobre el que se extienden las mantas. Desde las casas cercanas bajan cables de electricidad y todos suelen tener una bombilla atada a un palo.   

Gomas para riego que salen del motor situado en la pequeña cabaña.

Casas nuevas construidas a lo largo del valle rodeadas de cultivos en terraza que son regados mediante el agua que llevan las gomas.

Entrada a la garganta del Kanar.

Pueblo en la entrada de la garganta.

El mismo pueblo.

Horno y útiles del campo.

Entrada a la garganta.

Inicio de la garganta del Kanar.

Subiendo la garganta.

La garganta desde un sendero sobre el río.

El ascenso de la garganta es bastante complicado cuando el río lleva mucha agua, como ocurre en estas fechas, y sobre todo este año en el que ha llovido y nevado mucho y los acuíferos están llenos. La dificultad reside en que no quedan márgenes por donde caminar y obligatoriamente hay que meterse en el río y algunos tramos hay que realizarlos a nado. El agua está muy fría y si no se viene convenientemente preparado sólo se puede acceder como un kilómetro. Pero vale la pena intentarlo hasta llegar a una bonita cascada. Esta vez no lo conseguimos, pero volveremos en septiembre cuando el caudal haya disminuido y el agua esté más caliente y sobre todo, vendremos preparados con zapatillas de río y bañador.

En las oquedades de las paredes de la garganta se forman estas bellas concreciones estalagmíticas.

Pueblo tradicional de adobe con tejados en forma de terraza.


La reciente apertura de pistas ha permitido que lleguen los coches hasta los más recónditos lugares, y también que se haya iniciado la mecanización del campo. En las eras de la foto se observa los haces de la mies segados a mano, pero ya hay un tractor y una máquina trilladora-aventadora.

En esta era, situada un poco más arriba que la anterior, se sigue trillando de la manera tradicional, bastante rudimentaria, porque ni siquiera se usa un trillo, sino que los animales dan vueltas pisoteando la mies para liberar el grano de la espiga.