En la zona de Talassamtane se encuentran varios picos que superan los 2.000 m en cuyas laderas crecen magníficos bosques de abetos muy bien conservados y siempre es un placer internarse por ellos.
Desde hace varios años, los fines de semana, ha ido aumentando el número de visitantes que suben en furgoneta por la pista de Bab Taza hasta la casa forestal. Las praderas cercanas a la pista se llenan de familias y de grupos de amigos que preparan la comida, ponen música y juegan al fútbol mientras que los más osados suben ladera arriba hacia la cumbre del jebel L'Akrâa. ¡Hasta puestos ambulantes de golosinas y sopa caliente se han instalado este año! Y como siempre ocurre, el exceso de visitantes en un paraje natural, sin ningún tipo de infraestructura para recibirlos, acaba pasando factura.... problemas para aparcar, ruido, fuegos incontrolados, y sobre todo, acumulación de basura, basura de todo tipo y por todos los sitios.
Hemos elegido este itinerario para evitar este problema, ya que nos permite llegar a Talassamtane por una ruta no accesible a los coches y por tanto mucho menos masificada.
No lleva a ninguna cumbre, sino que trascurre por un valle muy abierto sobre el que los picos del Bouhala y Bou Slimane por un lado y el Taloussisse y el Akroud por el otro, acaban en acantilados. Se inicia por una pista, sigue por senderos y en el último tramo, la subida se complica y se sigue por donde se puede hasta llegar a la fuente situada debajo de la casa forestal de Talassamtane. Aunque hay otras alternativas más fáciles, como dejar el curso del río y salir a la pista que sube desde Bab Taza, o subir por la senda por la que después bajaremos.
El circuito no presenta dificultades, salvo que uno se empeñe en meterse por alguna pedrera (nuestro caso), o se pierda la senda en el último tramo y pretenda seguir por el cauce del río.
Desde hace varios años, los fines de semana, ha ido aumentando el número de visitantes que suben en furgoneta por la pista de Bab Taza hasta la casa forestal. Las praderas cercanas a la pista se llenan de familias y de grupos de amigos que preparan la comida, ponen música y juegan al fútbol mientras que los más osados suben ladera arriba hacia la cumbre del jebel L'Akrâa. ¡Hasta puestos ambulantes de golosinas y sopa caliente se han instalado este año! Y como siempre ocurre, el exceso de visitantes en un paraje natural, sin ningún tipo de infraestructura para recibirlos, acaba pasando factura.... problemas para aparcar, ruido, fuegos incontrolados, y sobre todo, acumulación de basura, basura de todo tipo y por todos los sitios.
Hemos elegido este itinerario para evitar este problema, ya que nos permite llegar a Talassamtane por una ruta no accesible a los coches y por tanto mucho menos masificada.
No lleva a ninguna cumbre, sino que trascurre por un valle muy abierto sobre el que los picos del Bouhala y Bou Slimane por un lado y el Taloussisse y el Akroud por el otro, acaban en acantilados. Se inicia por una pista, sigue por senderos y en el último tramo, la subida se complica y se sigue por donde se puede hasta llegar a la fuente situada debajo de la casa forestal de Talassamtane. Aunque hay otras alternativas más fáciles, como dejar el curso del río y salir a la pista que sube desde Bab Taza, o subir por la senda por la que después bajaremos.
El circuito no presenta dificultades, salvo que uno se empeñe en meterse por alguna pedrera (nuestro caso), o se pierda la senda en el último tramo y pretenda seguir por el cauce del río.
Circuito trazado sobre google earth
Circuito trazado sobre el mapa 1/50.000 de Bab Taza
El itinerario se inicia en Ametrasse, los coches pueden dejarse en un café situado al borde de la carretera general Tetuán-Alhucemas; desde allí se sube hacia la mezquita para coger una pista que va valle arriba y pasa por varias aldeas.
Ametrasse es inconfundible debido a la presencia de un enorme desprendimiento que desde lo alto de un farallón rocoso desciende formando un río de piedras que destruyó algunas casas. Antes de entrar al pueblo, también se observa una pared rocosa muy fragmentada de la que se han desprendido numerosos bloques y un poco más abajo, hay islotes de rocas calizas entre materiales sueltos, que parecen haberse deslizado. Las fallas, los pliegues y las enormes pedreras que se encuentran en el valle contribuyen a acrecentar la impresión de que es una zona de gran inestabilidad geológica.
Se especula que el desprendimiento se originó por un terremoto, algo que no sería improbable, teniendo en cuenta que el valle está sobre la falla de Ametrasse que se extiende desde el puente de la carretera hacia el jebel Akrâa, la cual enlaza perpendicularmente con la falla Jebha- Chrafate, aunque no se tiene constancia de que ambas fallas estén activas.
Se especula que el desprendimiento se originó por un terremoto, algo que no sería improbable, teniendo en cuenta que el valle está sobre la falla de Ametrasse que se extiende desde el puente de la carretera hacia el jebel Akrâa, la cual enlaza perpendicularmente con la falla Jebha- Chrafate, aunque no se tiene constancia de que ambas fallas estén activas.
En este lugar está el borde de la dorsal calcárea que viene desde el Jebel Musa y que desaparece en Asifan y entra en contacto con los materiales del flychs de Beni Ider - Tánger - Tisirene. Tal vez sea este contacto entre las rígidas capas calcáreas y los materiales plásticos subyacentes el responsable de esta inestabilidad. Es un punto geológico de gran interés, para más información se puede consultar la memoria 6 de la Reunión anual de la Comisión de Tectónica de la S.G.E. sobre la tectónica del Rif falla de Ametrasse
Vista del desprendimiento desde la carretera antes de llegar al pueblo. (Foto: junio de 2012).
El valle forma la cabecera del río Maâmala. Los olivares crecen sobre los terrenos del flychs de Tisirene (Foto: junio de 2012).
Desde la escuela se ve el farallón del jebel Chrafate que da sobre la carretera. Está muy fisurado y son frecuentes los desprendimientos.
Subiendo el valle, a la derecha, hay una pista que conduce al pueblo de Tarhlite. A la izquierda se ve la cumbre del jebel Bouhalla (1.848 m), al fondo, el jebel Akrâa, la cumbre más alta de esta región (2.159 m).
Los Land-Rover blancos son los 4X4 favoritos de los habitantes de estas montañas; desde hace unos tres años este nuevo modelo ha invadido las pistas de la zona. Las decorativas cortinas de las ventanillas protegen el interior de las indiscretas miradas.
Casa tradicional en la que nunca falta la antena parabólica.
Para que el tejado de cinc ondulado no salga volando con el viento ha sido anclado con alambres atados a dos gruesas piedras.
Casas de Tarhlite.
Pozo en cuya garrucha hay colgado un recipiente hecho con el caucho de una rueda.
Mujer preparando el huerto para la plantación de otoño. El pijama moderno que lleva, debajo del mandil, se ha convertido en una pieza de vestir imprescindible para las mujeres, no solo del campo, sino también de la ciudad, donde es muy frecuente ver que lo llevan debajo de la chilaba.
Desde la escuela se ve el farallón del jebel Chrafate que da sobre la carretera. Está muy fisurado y son frecuentes los desprendimientos.
Subiendo el valle, a la derecha, hay una pista que conduce al pueblo de Tarhlite. A la izquierda se ve la cumbre del jebel Bouhalla (1.848 m), al fondo, el jebel Akrâa, la cumbre más alta de esta región (2.159 m).
Los Land-Rover blancos son los 4X4 favoritos de los habitantes de estas montañas; desde hace unos tres años este nuevo modelo ha invadido las pistas de la zona. Las decorativas cortinas de las ventanillas protegen el interior de las indiscretas miradas.
Casa tradicional en la que nunca falta la antena parabólica.
Para que el tejado de cinc ondulado no salga volando con el viento ha sido anclado con alambres atados a dos gruesas piedras.
Casas de Tarhlite.
Pozo en cuya garrucha hay colgado un recipiente hecho con el caucho de una rueda.
Mujer preparando el huerto para la plantación de otoño. El pijama moderno que lleva, debajo del mandil, se ha convertido en una pieza de vestir imprescindible para las mujeres, no solo del campo, sino también de la ciudad, donde es muy frecuente ver que lo llevan debajo de la chilaba.
Casa moderna con el 4X4 en la puerta, rodeada de campos de cultivo robados al bosque.
Finalizada la pista, el camino está bien marcado y delimitado por muros de piedra de las fincas.
Los farallones calizos rotos.
Doble falla directa que afecta a la barra dolomítica de la unidad de Bou Slimane.
Las estribaciones del jebel Bouhalla, que dan al valle, forman paredes casi verticales recubiertas por un encinar con arces arbustivos que amarillean. En la cumbre asoman los abetos (Abies marocana).
Los procesos de carstificación han formado este paisaje en torres con aspecto ruiniforme.
Los procesos de carstificación han formado este paisaje en torres con aspecto ruiniforme.
Los campos de cultivos se rodean de muros de piedra para protegerlos del ganado.
Subiendo el valle, a la derecha, las laderas del jebel Akroud tienen el aspecto de estarse desplomando, acumulándose grandes pedreras al pie de los farallones. En la cumbre también asoman los abetos.
Pedrera activa entre el encinar.
Aproximadamente a partir de los 1.500 m crecen los abetos, más abajo aparecen robles y sobre todo se desarrolla el encinar, pero los cultivos van poco a poco comiéndoselo.
Roble con el collarín para secarlo y que no de sombra a los cultivos.
Límite entre los cultivos y el abetal, muy cerca de la casa forestal de Talassamtane. La zona, dentro ya del parque nacional, ha sido vallada y protegida para regenerar el bosque y que el ganado no se coma los abetos pequeños, pero las vallas están tiradas y las vacas se mueven libremente por todos los sitios.
Frondoso bosque de abetos en la ladera del jebel l'Akrâa. En esta zona se ve con frecuencia un grupo de macacos.
En otoño los arces dan al abetal estos bellos colores.
Hojas de arce caídas.
Manantial debajo de la casa forestal.
Casa forestal de Talassamtane. Se construyó en 1946, con la finalidad de controlar y potenciar las actividades madereras. Dos años más tarde, en 1948, se inició la extracción de madera con el objetivo de realizar traviesas para las vías del ferrocarril por parte de la empresa Explotaciones Forestales de RENFE.
Para facilitar la saca de madera hasta Bab Taza mediante camiones, ese año, se realizaron 10,5 km de pista. El principal apilamiento de árboles cortados se localizaba en el paraje conocido como Plaza de España, no lejos de la casa forestal, hoy transformado en área recreativa.
Panorámica del farallón del jebel Akroud debajo del cual pasa este circuito.
El circuito de vuelta pasa por los cultivos de la parte izquierda de la foto, en ellos se encuentran numerosas rocas sueltas que parecen ópalo. Pasados los cultivos hay una fuerte bajada entre capas muy plegadas. A la derecha sale el sendero de vuelta a Ametrasse; si se sigue a la izquierda se llega a un collado y se pasa a la otra vertiente o se puede ascender al Taloussisse. Al fondo se divisa el Tisirene, con su característica forma de artesa invertida.
Estratos plegados en acordeón en el trayecto de descenso.
Otra zona muy plegada.
Bajada hacia Ametrasse para salir al sendero de subida situado cerca del río.
Escolopendra negra, dicen que es muy voraz y que su picadura es muy dolorosa.
Curioso cerramiento aprovechando dos bloques caídos.
Subiendo el valle, a la derecha, las laderas del jebel Akroud tienen el aspecto de estarse desplomando, acumulándose grandes pedreras al pie de los farallones. En la cumbre también asoman los abetos.
Pedrera activa entre el encinar.
Aproximadamente a partir de los 1.500 m crecen los abetos, más abajo aparecen robles y sobre todo se desarrolla el encinar, pero los cultivos van poco a poco comiéndoselo.
Roble con el collarín para secarlo y que no de sombra a los cultivos.
Frondoso bosque de abetos en la ladera del jebel l'Akrâa. En esta zona se ve con frecuencia un grupo de macacos.
En otoño los arces dan al abetal estos bellos colores.
En los bosques de abetos se encuentran dos tipos de arce, el campestre (Acer campestre), que suele ser un
arbolillo de hoja caducifolia que tiene copa redondeada y un endemismo bético-rifeño, el Acer opalus subespecie
granatense de hoja trilobulada un poco más grande que la del anterior,
pero a veces son difíciles de distinguir.
Manantial debajo de la casa forestal.
Casa forestal de Talassamtane. Se construyó en 1946, con la finalidad de controlar y potenciar las actividades madereras. Dos años más tarde, en 1948, se inició la extracción de madera con el objetivo de realizar traviesas para las vías del ferrocarril por parte de la empresa Explotaciones Forestales de RENFE.
Para facilitar la saca de madera hasta Bab Taza mediante camiones, ese año, se realizaron 10,5 km de pista. El principal apilamiento de árboles cortados se localizaba en el paraje conocido como Plaza de España, no lejos de la casa forestal, hoy transformado en área recreativa.
Panorámica del farallón del jebel Akroud debajo del cual pasa este circuito.
El circuito de vuelta pasa por los cultivos de la parte izquierda de la foto, en ellos se encuentran numerosas rocas sueltas que parecen ópalo. Pasados los cultivos hay una fuerte bajada entre capas muy plegadas. A la derecha sale el sendero de vuelta a Ametrasse; si se sigue a la izquierda se llega a un collado y se pasa a la otra vertiente o se puede ascender al Taloussisse. Al fondo se divisa el Tisirene, con su característica forma de artesa invertida.
Estratos plegados en acordeón en el trayecto de descenso.
Otra zona muy plegada.
Bajada hacia Ametrasse para salir al sendero de subida situado cerca del río.
Quitameriendas (Colchicum montanum). Frecuente en las montañas calizas del Rif.
Cardos en el borde del camino.
Escolopendra negra, dicen que es muy voraz y que su picadura es muy dolorosa.