ESPECIE DECLARADA POR LA UICN EN PELIGRO DE EXTINCIÓN EN 2008
Este reportaje sobre los macacos de berbería tiene como objetivo divulgar los problemas que afectan a esta especie que solo vive en el norte de África y contribuir a su conservación. Ha sido realizado por el departamento de Biología y Geología del Instituto Español Nuestra Señora del Pilar de Tetuán en colaboración con BMCRif (Barbary Macaque Conservation of the Rif) que ha facilitado la mayoría de las fotos y el asesoramiento científico. Todas las fotos forman parte de 20 carteles (180 x 80 cm), en árabe y en español, elaborados para ser expuestos en los centros escolares marroquíes.
La asociación BMCRif se ocupa del estudio de los macacos de berbería de la zona norte de Marruecos, sobre todo de la dorsal calcárea y del Bouhachem y realiza compañas educativas y de divulgación general para promocionar su conservación.
Cuando los soldados
españoles venían a cumplir el servicio militar
a la región de Tetuán, era frecuente que sus conocidos los despidiesen
con esta frase: “tráeme una mona”. Así, en femenino, se conocía en España a
esta especie de monos que abundaban en los alrededores de esta ciudad y en
femenino seguimos llamando a “la mona de
Gibraltar”, también de la misma especie.
En la literatura
española abundan las citas de la “mona de Tetuán”, un ejemplo es el poema de
Calderón de la Barca “El vidriero y las monas de Tetuán” o la conocida expresión “aunque se vista de seda la mona, mona se
queda” de la fábula sobre la mona de Tetuán de Tomás de Iriarte, en la que podemos
leer:
Viéndose ya tan
galana,
saltó por una ventana
al tejado de un vecino,
y de allí tomó el camino
para volverse a Tetuán.
saltó por una ventana
al tejado de un vecino,
y de allí tomó el camino
para volverse a Tetuán.
Las numerosas citas
y referencias a estos monos, que se encuentran en textos literarios y en
documentos de todo tipo, a veces no muy
antiguos, así como los testimonios de
las personas de más edad, dan fe de la
abundancia de estos primates en todas las zonas montañosas del norte de
Marruecos y especialmente en los alrededores de Tetuán.
Pertenece
al Género: Macaca. Familia: Cercopithecidae. Orden: Primates.
Clase: Mammalia. Philo: Chordata o
Vertebrado.
El macaco de berbería tiene origen africano y pertenece al grupo de
monos del Viejo Mundo (Eurasia y África) conocidos también como catarrinos, los
cuales se diferencian de los platirrinos o monos del Nuevo Mundo (América),
entre otras cosas, por tener los
orificios nasales abiertos hacia abajo o
frontalmente, mientras que en los americanos se abren hacia arriba o hacia los
lados.
Macaco
del Bouhachem (Foto: BMCRif).
En el Pleistoceno (período que abarca desde
hace 1,8 millones años hasta hace 10.000 años), estaba en todo Europa y el norte de África, como lo
confirman los hallazgos fósiles realizados en diferentes
lugares de Francia, España e Italia. En el caso de España se han encontrado
restos en Cal Guardiola y Vallaparadís de Terrassa (Barcelona) el año
2000 y en la cueva
de Lezetxiki de Arrasate (Guipúzcua) en 2011. En el Norte de África se han encontrado fósiles de Macaco de Berbería en
Egipto y hay referencias de que también había ejemplares en Túnez.
Macaco del Bouhachem sobre las ramas de un
quejigo moro. (Foto: BMCRif).
Distribución actual
Es el único macaco que habita
fuera de Asia. Sólo se le encuentra de forma natural en algunas zonas de
Marruecos y Argelia, en grupos fragmentados sin contacto entre sí.
Mapa de distribución según la UICN.
En Gibraltar hay una colonia introducida que se intenta que no supere
los 200 individuos; estos macacos
proceden de Marruecos y Argelia.
En Marruecos vive en las zonas montañosas del Medio Atlas, del Alto Atlas y del Rif.
En Marruecos vive en las zonas montañosas del Medio Atlas, del Alto Atlas y del Rif.
Macaco del Medio Atlas (Foto: Chris Young. Univesity of Lincoln, U.K.)
Sobre los macacos del Medio Atlas se han realizado numerosos trabajos y
se tiene un conocimiento bastante preciso de ellos, mientras que los trabajos
sobre los macacos del Rif han sido más escasos. Desde hace varios años, la
asociación BMCRif está realizando un estudio
muy riguroso de los macacos del Bouhachem y de la dorsal calcárea y ha
recopilado mucha información sobre ellos.
En el mapa adjunto se observa la distribución de los macacos en la zona estudiada del norte, pero es probable que existan otros grupos salvajes más allá de Bab Taza sobre todo en los bosques de cedros. Hay un grupo que vive en el Gurugú (Nador), pero ha sido introducido.
Macaco con un cría en el Gurugú (Foto: Ricardo Ruiz Varea).
En el Bouhachem se
encuentran grupos con numerosos individuos ya que aún se conserva en buen
estado el bosque de roble y alcornoque
con sotobosque de madroño y jara que produce variada comida para el macaco: abundantes
bellotas, sabrosos frutos y nutritivas semillas ricas en aceite, imprescindibles
para que los macacos almacenen la grasa suficiente
con la que poder afrontar el invierno. La elevada humedad hace crecer también gran
variedad de setas, muy importantes para completar la dieta del macaco.
Macaco del Bouhachem. (Foto: BMCRif).
En la dorsal
calcárea, (Bou Zaitun-Kelti-Beni Hassan-Akchour-Akra) el número de macacos es
menor, ya que aunque en ella se encuentran los bosques mixtos de abetos y
cedros, únicos en el mundo, en general es más seca que el Bouhachem y presenta
extensas zonas sin apenas vegetación, en las cuales, a veces, los macacos tienen grandes dificultades
para encontrar alimento. Aún así, es habitual encontrarlos sobre las crestas
más pronunciadas o en medio del bosque.
Macacos sobre las crestas del Kelti. (Foto: BMCRif)
Fuera de la dorsal
calcárea, aunque en realidad es una prolongación de ella, hay también un grupo de macacos en el Jebel
Moussa, la montaña que junto a Gibraltar limita el Estrecho y constituye la
columna de Hércules africana donde finalizaba el mundo conocido en la época
clásica.
Características generales y costumbres
Las fotografías
ilustran el color del pelaje y otros rasgos de su anatomía.
Machos y
hembras tienen un aspecto físico muy parecido cuando son jóvenes, aunque cuando son adultos, en
general, los machos son algo más corpulentos, suelen pesar entre
9 - 12 kg, mientras que el peso de las hembras oscila entre 5-9 kg. El
tamaño varía entre 45-75 cm .
Carece de cola y sus extremidades anteriores y posteriores son casi de
la misma longitud.
Se mueve con mucha
agilidad utilizando las cuatro patas
para desplazarse por el suelo y
trepar por los árboles y las rocas.
Se comunica con sonidos parecidos a ladridos y
gruñidos que emite de forma repetitiva sobre todo cuando percibe un
peligro.
En libertad tiene una vida media entre 12-15 años.
Macho con enormes
colmillos en el Bouhachem (Foto: BMCRif).
Macaco comiendo hongos de un tronco en el
Bouhachem. (Foto BMCRif).
Viven en grupos familiares matriarcales de 30-60
individuos y entre las hembras existe una jerarquía. Los machos cuidan del
grupo, y también entre ellos hay uno que
ostenta la jerarquía, el macho alfa. A veces muestran su autoridad abriendo
mucho la boca y sacudiendo las ramas.
Grupo de macacos
junto a un lago en el Bouhachem. (Foto: BMCRif).
Tanto machos como
hembras se asean entre ellos limpiando
el pelo de suciedad.
Esta práctica se rige por relaciones de parentesco o de jerarquía para
obtener beneficios relacionados con el rango o la posición social.
Macaco expulgando a
una cría del año anterior y con otra más pequeña sobre la espalda en el Bouhachem
(Foto BMCRif).
Por la noche duermen
sobre los árboles o en lo alto de las rocas para evitar a sus depredadores. Por
el día el grupo se mueven buscando alimento.
Su interferencia
con el hombre es escasa y cuando advierte su presencia huye y jamás lo ataca
como dice la creencia popular. Pero si el hombre lo captura se puede defender
con sus largos colmillos. Cuando en el bosque escasea la comida, puede bajar a los cultivos, sobre todo a los huertos y árboles frutales en busca de frutas y hortalizas, debido a esto los agricultores los han capturado y matado con frecuencia o les han lanzado a sus perros en persecución.
Las relaciones entre los macacos
de un grupo o con los miembros de otros del mismo territorio son a veces
conflictivas y pueden degenerar en peleas, durante las cuales se causan importantes heridas con sus enormes caninos.
Macacos peleándose en el Bouhachem. (Foto BMCRif).
Durante la época de celo los machos del mismo grupo se agreden entre sí
o pueden ser agredidos por las hembras que no los aceptan. Las peleas también pueden surgir por problemas con la comida o por
comportamientos individuales que no son aceptados por algún componente del
grupo.
Cuando los machos de un grupo intentan incorporarse a otro, pueden ser rechazados y a veces, la única manera de ser aceptados es atrapando a alguna cría.
Hembra con una cicatriz en el muslo. (Foto BMCRif).
Reproducción
Las hembras en edad reproductora tienen una sola cría al año que nace entre abril y junio, cuando las condiciones climáticas son más favorables y hay abundante comida.
Hembras preñadas en el Kelti (Foto: Rachid El Khamlichi).
La gestación dura unos cinco meses. El recién nacido apenas pesa 600 g y necesita ser
amamantado por la madre. Es el momento más delicado de su vida por su gran
fragilidad.
Todas las hembras y machos del grupo familiar se ocuparán de su cuidado
hasta que cumpla dos o tres años y se convierta en un joven adolescente.
Al cuarto año de vida alcanza la madurez y ya puede procrear.
Las jóvenes hembras se quedan en el grupo familiar donde han nacido,
mientras que los machos se dispersan y se integran en un grupo familiar
diferente al suyo.
Dos hembras con una cría.(Foto: Laetitia Marechal. University of Roehampton).
Especie declarada en peligro de extinción por
Como resultado de
las diferentes acciones del hombre, directas o indirectas, los 13.000 macacos
de berbería censados en 1980 en el Medio Atlas han quedado reducidos actualmente a 3.000.
Entre las causas directas que están mermando la
población está la captura para utilizarlos como mascotas o como atracción
turística; entre las indirectas, la destrucción del bosque y la muerte por los
perros, sin control, de los pastores.
Cría muerta por los perros en el Bouhachem (Foto: BMCRif).
Cada año son capturados en Marruecos 300 pequeños para ser vendidos a la
gente que viene de vacaciones o para ser exportados ilegalmente a Europa como
animales de compañía.
Cría capturada ilegalmente para venderla como mascota. (Foto: BMCRif).
El pequeño
prisionero, privado de los cuidados maternos, sufrirá daños físicos y
psicológicos durante toda su vida que le llevarán a la tristeza y a la
depresión e incluso a autolesionarse. Si se devuelven al bosque una vez que han
permanecido en cautividad, no serán aceptados por los grupos salvajes y morirán
de hambre al no saber buscar alimento o serán presa fácil de los perros y
chacales.
La presencia de los
turistas en su entorno natural, altera la tranquilidad del macaco y afecta a su
bienestar e incluso a su reproducción.
Dando de comer a un macaco. (Foto: BMCRif).
El macaco necesita
una dieta especializada; darle de comer cualquier cosa, puede causarle
enfermedades e incluso la muerte y
pierden el hábito de buscar alimento en el bosque.
La oferta de comida
hace que pierda el miedo natural al hombre y se convierta en presa fácil de los
cazadores o que sean atropellados cuando salen a las carreteras a la espera del
turista.
Macaco sobre un coche en busca de comida. (Foto: BMCRif).
Los macacos que
se usan para que los turistas se hagan
fotos remuneradas con ellos, han sido capturados ilegalmente cuando eran
pequeños y viven encerrados en cajas minúsculas.
Mal alimentados y
deprimidos, se vuelven agresivos y cuando crecen, son sustituidos por otros.
Macacos en Marrakech para atraer a los turistas. (Foto: BMCRif).
Los perros son los más importantes depredadores de los
macacos. Cuando atacan a los macacos por sorpresa, el grupo huye asustado, y
con la precipitación de la huida, a veces los pequeños se quedan retrasados y se convierten en presas fáciles de capturar. Pasado el ataque,
el grupo volverá al lugar para recuperar a los pequeños perdidos. La muerte o desaparición de alguno de ellos será una gran pérdida que afectará a todos
los miembros, especialmente a la madre que estará triste durante días e incluso semanas.
Cría comida por los perros en el Bouhachem (Foto: BMCRif).
El bosque es
necesario para la supervivencia del macaco. Cuando el bosque se quema o se tala
de forma descontrolada, no solo desaparece el macaco y todas las especies que
viven en él, sino que la deforestación destruye los suelos fértiles y seca los
manantiales y charcas, los pueblos se quedan sin
agua y aumenta el riesgo de incendios forestales.
Marruecos tiene el
privilegio de tener esta especie única en el mundo, y además, aquí se encuentra la mayor población de macacos
de berbería y es por tanto el país más importante para conservar al único
primate que vive en libertad en el norte de África. Por ello debe hacer todos
los esfuerzos posibles para su conservación.
Todos podemos colaborar en la protección del
macaco de berbería evitando comportamientos que los pongan en peligro. Su conservación es tarea de todos:
- De las
autoridades marroquíes y europeas que
deben vigilar que la legislación actual se cumpla.
- De los ganaderos,
que deben controlar a sus perros.
- De los
turistas, que deben dejar de dar comida a los macacos que salen a las
carreteras, de fotografiarse con ellos y de comprarlos como mascotas estas
acciones alteran sus hábitos de vida y promocionan su captura.
- De los
furtivos, que deben dejar de cazar a las crías para venderlas.
Un trabajo muy importante para la conservacion del Macaco de Marruecos
ResponderEliminarVoy a intentar verlos el jueves en Bouhachem.
ResponderEliminarCon tu trabajo aprovecharé mucho mas la excursión.
A ver si en Tanakoub encuentro un guía :-)