Dar Jannus al pie del Bou Zaitun y el pico del Sidi Timin vistos desde el Jebel Kelti.
Para completar la información de este circuito conviene leer una de las entradas del blog donde se habla de la geomorfología, la geología, la botánica, la fauna y la economía de esta zona. En ella también se detallan los circuitos posibles para volver a Zarka desde Dar Jannus y se comenta la importancia arqueológica de la Cueva de Caf Taht el Ghar.
Circuito de Zarka_Sidi Timin
http://tetuangorgues.blogspot.com.es/2011/03/montana-del-bou-zaitun-1332011.html
Emplazamiento de la zona visitada.
Aunque el lugar es conocido por este nombre, tal vez por alusión al azul del agua de la cascada, sobre el mapa topográfico el pueblo figura con el nombre de Yarrhite y tiene dos barrios, el oriental y el occidental.
Coches aparcados a la derecha de la
carretera antes de llegar a la cascada.
Los fines de semana el
lugar está muy concurrido aunque si se llega pronto por la mañana no hay
dificultades para aparcar.
Desde aquí seguimos dos
itinerarios diferentes para subir a la cumbre del Bou Zaitun y la bajada tiene
también varias posibilidades.
Hornos de cal desde donde se inician los
dos itinerarios.
Básicamente consiste en subir, por un sendero que parte desde los hornos de cal, a media ladera, el valle principal, por el lado opuesto al Sidi Timin. Una vez enfrente del Sidi Timin, se atraviesa una pedrera y hay que realizar un fuerte ascenso a la cumbre por la vertiente occidental, pasando por varias cuevas. Se puede bajar por el mismo lugar o bien se puede continuar por la cumbre hasta Dar Jannus y desde allí hay dos opciones:
- Bajar por Sidi Timin a Zarka
Subida al Bou Zaitun por la vertiente
occidental.
Mapa topográfico con el circuito de subida por la vertiente occidental y vuelta por las canteras.
Mapa topográfico con el circuito de subida y bajada por la vertiente occidental.
2.- Hay un segundo itinerario que hacemos para subir a la
cumbre del Bou Zaitun que pasa por la ladera oriental; desde los hornos de cal,
situados sobre la cascada de Zarka, nos dirigimos a la cantera junto a la pista
que va a Mechkoura, visitamos la cueva prehistórica de Caf Taht el Ghar y desde
allí acometemos un fuerte ascenso a la cumbre y descendemos hacia Dar Jannus.
Subida por la vertiente oriental.
Vista de la explotación de
gravilla de las canteras desde la senda de subida de la vertiente oriental.
Fuente en el trayecto de la vertiente oriental.
ITINERARIO DE LA VERTIENTE OCCIDENTAL
Partiendo de los hornos de cal se tuerce a la derecha, y se inicia un ascenso hasta la mitad de la ladera subiendo el valle del río Zarka.
Vista de los hornos de cal
durante el ascenso inicial.
Al fondo el río Zarka, el barrio oriental de Yarrhite y el
humo negro del horno de cal porque a veces queman no solo leña sino todo tipo de
residuos, incluidos neumáticos.
Desde más arriba se observa el barrio
occidental de Yarrhite y su mezquita.
La planicie situada sobre
los hornos se usa como campo de fútbol.
Senda a media ladera.
A medida que se asciende se
amplía la panorámica sobre la parte baja del valle del río Martil y su
desembocadura, y se observa muy bien Tetuán, Cabo Negro, El Dersa, Ceuta y
hasta el Peñón de Gibraltar y la costa de Málaga y Granada.
Panorámica sobre Tetuán.
Pista del aeropuerto de Sania Ramel en el
valle del Martil y fábricas de ladrillos rodeadas de balsas originadas por
inundación de las oquedades que quedan tras extracción de arcilla.
Desde el primer plano hacia el fondo se
divisan: Tetuán, Rincón, Ceuta, Gibraltar y la costa de Málaga.
Tetuán y el embalse Smir.
Zona industrial de Coelma,
Martil y Cabo Negro.
Cabo Negro y la desembocadura del río
Martil.
El grupo frente al pico del Sidi Timin,
situado al otro lado del valle, durante el ascenso.
Atravesando la enorme pedrera inestable
que ocupa una parte importante de la ladera.
La parte superior de la pedrera.
Vista de la pedrera desde
arriba.
Atravesando la pedrera.
Superada la pedrera hay que aproximarse a
una pared vertical para continuar el ascenso cada vez más complicado.
Llegada junto a la pared vertical.
Aquí sobre 2008 se estrelló una avioneta
de traficantes y murieron los dos ocupantes.
La carcasa de la avioneta y los elementos más grandes
desaparecieron pronto, pero aún se encuentran algunos objetos como esta parte
trasera de un asiento.
Esto parece ser un trozo de ala.
Para continuar hay que
trepar junto al farallón.
A falta de piolet, hay que trepar como se
puede.
Hay que asegurarse bien
donde se ponen los pies y sobre todo no mirar para atrás si se tiene vértigo.
Superado este tramo es el momento de
observar el precipicio y las cuevas que quedan a la izquierda.
El nuevo reto es subir hasta la cueva que
se ve al frente. La cuesta para llegar hasta la boca es empinada pero está
cubierta de hierba que ayuda a que las botas se agarren bien y los resbalones
sean menos peligrosos que en los tramos anteriores.
La boca de la cueva.
Llegada a la entrada de la
cueva.
Exploración de la oquedad.
Descendiendo con cuidado del interior de
la cueva.
Un merecido descanso para reponer fuerzas
antes de seguir con el ascenso.
A partir de la cueva anterior, la
pendiente sigue siendo acusada pero el ascenso tiene menos dificultad.
Otra cueva un poco más arriba.
Se llega a una zona recién
roturada para cultivar que hay que atravesar entera durante el ascenso.
Algunos asfodelos arrancados continúan
creciendo gracias a las reservas que guardan en la cebolla.
La zona roturada vista desde arriba donde
se aprecia la elevada pendiente.
Vista de la zona roturada un año después.
Final de la zona roturada.
A la izquierda del final de
la zona roturada se encuentra esta pared de estratos calizos verticales.
Ya casi en la cumbre hay
que caminar por las irregularidades que presenta el lapiaz desarrollado en las
calizas. Cuando el sol del atardecer ilumina esta zona de calizas blancas,
desde Tetuán parece que el Bou Zaitun está nevado.
Camino de la cumbre.
Ya queda poco para llegar a la cumbre.
Llegando a la arista que se
dirige hacia el sur.
Estratos inclinados de la cumbre.
Panorámica de la desembocadura del río
Martil desde la cumbre del Bou Zaitun.
Aspecto del lapiaz de la cumbre.
Detalle del lapiaz.
Caminando por la cumbre.
Encuentro con un pastor.
Panorámica de Tetuán y del Sidi Timin
desde la cumbre del Bou Zaitun.
Vista del pueblo de Dar Jarjor y de las
antenas de Tetuán en el Gorgues.
Las antenas del Gorgues.
Vista de la arista de la cumbre del
Bou Zaitun desde el extremo sur.
Extremo sur del Bou Zaitun
sobre Dar Jannus.
Descansando sobre Dar Jannus.
Abajo Dar Jannus.
Dar Jannus desde el sur de la cumbre del
Bou Zaitun.
Al fondo, a la izquierda, se divisa el
Kelti.
El jebel Kelti con nieve en su cima.
Hacia la derecha se observa el valle del río
que baja a Zarka. El bosquecillo del centro es del santuario de Sidi M’Ghit,
por el que se pasa si la vuelta a Zarka se hace por el Sidi Timin.
Si se decide volver a Zarka por las canteras hay que atravesar estos campos de cultivo pedregosos situados a la izquierda de la bajada
a Dar Jannus.
Valle de Dar Jannus.
Valle del Zarka en Dar Jannus.
Calle de Dar Jannus.
Mujeres cargadas de haces de leña
volviendo a Dar Jannus.
Bosquecillo de acebuches del santuario de
Sidi M’Ghit.
Interior del bosquecillo de
acebuches.
Interior del bosquecillo de
acebuches.
Los muros de piedra cierran
el lugar donde supuestamente está enterrado Sidi M’Ghit.
El riachuelo es uno de los
lugares donde paramos a comer y descansar un rato antes de volver a Zarka.
Si hace calor, el agua
viene bien para refrescarse.
Como niños, los senderistas se divierten jugando a ver cuánto aguanta el puente roto.
El descenso río abajo nos lleva al borde de la primera cascada del valle.
La cascada desde el camino.
Y ya en Zarka, visita a la casita de juguete.
Huerta de Zarka con almendro en flor.
Como niños, los senderistas se divierten jugando a ver cuánto aguanta el puente roto.
El descenso río abajo nos lleva al borde de la primera cascada del valle.
La cascada desde el camino.
Y ya en Zarka, visita a la casita de juguete.
Huerta de Zarka con almendro en flor.
Veo que sigues en plenísima forma, querida Luisa. Me encantan ver tus entradas porque me transportan a esa tierra donde tantas cosas viví. Un fuerte abrazo desde Asturias.
ResponderEliminar